El Gobierno de Nicolás Maduro lanzó una ofensiva política y mediática contra el Comité Noruego tras conocerse que el Premio Nobel de la Paz fue otorgado a María Corina Machado, una de las principales figuras de la oposición venezolana. Desde Caracas, referentes del oficialismo descalificaron la legitimidad del galardón, calificaron la ceremonia en Oslo como un “fracaso” y convocaron a una masiva movilización para reforzar su narrativa contra Estados Unidos y la oposición.

Críticas del oficialismo y ausencia de Machado en la ceremonia

La vicepresidenta Delcy Rodríguez fue una de las voces más duras. En declaraciones difundidas por la televisión estatal, ironizó sobre la ausencia de Machado en la ceremonia y sostuvo que el acto “parecía un velorio”, señalando que el premio está “desprestigiado”.

La líder opositora no pudo asistir a Oslo debido a que permanecía en la clandestinidad tras denunciar fraude en las elecciones de 2024. Su hija, Ana Corina Sosa, fue la encargada de recibir el Nobel. Machado envió un mensaje en el que agradeció a quienes “arriesgaron sus vidas” para ayudarla a salir del país y reiteró su reconocimiento al triunfo del opositor Edmundo González Urrutia, presente en la ceremonia. Cómo logró salir de Venezuela sigue siendo un misterio.

Acusaciones contra el Comité Nobel

El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, acusó al Instituto Nobel de premiar a una figura “belicista” y aseguró: “Pobre paz, pobre Nobel”. Para el oficialismo, el reconocimiento responde a motivaciones políticas destinadas a atacar al gobierno chavista.

El ministro del Interior, Diosdado Cabello, también fustigó la decisión, calificando la premiación como una “subasta al mejor postor”. En paralelo, convocó a una marcha chavista en el marco del aniversario de la Batalla de Santa Inés, buscando contraponer el “patriotismo” oficialista con lo que definió como la agenda “antinacional” de la oposición.

Maduro participó de la marcha y apuntó contra Washington

Horas más tarde, Maduro se sumó a la movilización que recorrió el centro de Caracas. Allí, ante una multitud, denunció la “intervención ilegal y brutal” de Estados Unidos y apuntó contra las “guerras imperiales” mencionando Vietnam, Irak, Afganistán y Libia. Alternando español e inglés, el mandatario insistió en que el Nobel entregado a Machado es parte de un “plan de desestabilización”.

Según medios oficialistas, la marcha reunió a jóvenes, mujeres, trabajadores rurales y diversos movimientos sociales que buscaban demostrar la “fuerza de la historia y el espíritu indomable de la patria”.

El chavismo aprovechó la movilización para reforzar su discurso contra lo que considera presiones e injerencias externas, mientras la figura de Machado gana peso en el escenario internacional tras recibir el reconocimiento del Comité Noruego.