6 de agosto de 2025

Las importaciones de carne desde Brasil se dispararon

Durante el primer semestre de 2025, Argentina importó un promedio mensual de 1.033 toneladas de carne vacuna desde Brasil, un salto abrupto frente a las escasas 24 toneladas mensuales del mismo período del año anterior. El dato, proporcionado por fuentes oficiales brasileñas, marca un récord estacional desde 1997. Sin embargo, pese a lo llamativo del crecimiento, el volumen continúa siendo marginal en relación a la capacidad productiva argentina, que ronda las 250.000 toneladas mensuales.

“El volumen de importación es poco significativo frente a la producción. En 2025 se están importando 1.000 toneladas por mes. No es un problema para la producción nacional”, aseguró Fernando Herrera, presidente de la Asociación de Productores Exportadores (APEA), en diálogo con Clarín Rural. Según explicó, estas compras responden a motivos estrictamente económicos, y no representan una amenaza para el mercado interno.

En 2024, Argentina exportó carne por más de 3.400 millones de dólares, con China como principal destino, y mantiene un consumo interno elevado, estimado en 50 kilos por habitante al año, pese a la leve caída registrada recientemente.

Desde el sector exportador minimizan el impacto de estas compras externas, señalando que se trata de operaciones puntuales y de bajo volumen, orientadas principalmente a carne para manufactura. “Se importa carne barata; no tengo el detalle, pero es carne para manufactura”, señaló Herrera, quien además subrayó que es normal que un país tanto exporte como importe ciertos cortes: “No hay que verlo como si Argentina, por ser un país exportador, no pudiera importar”.

El contexto macroeconómico también favorece este tipo de operaciones. Con un tipo de cambio oficial cercano a los 1.360 pesos por dólar, los productos importados resultan más accesibles. Esta situación responde a la estrategia del Gobierno de contener la inflación, aunque también plantea desafíos para la balanza comercial en un momento donde el país necesita dólares para cumplir compromisos con el FMI.

En paralelo, el precio de la carne en el Área Metropolitana de Buenos Aires aumentó un 53% interanual, por encima de la inflación general, que fue del 39%, lo que alimenta el debate en torno a las políticas de apertura comercial.

Para Diego Ponti, analista del grupo AZ, “como Argentina se ha vuelto más cara en dólares, se abrió la puerta para importar carne brasileña a precios competitivos”. Sin embargo, destacó que se trata de “volúmenes muy pequeños, operaciones puntuales de compradores cercanos a la frontera o frigoríficos con plantas en ambos países”.

Por su parte, Herrera reiteró que mientras se mantengan los controles sanitarios correspondientes, las importaciones no representan una amenaza para la cadena productiva nacional.

A nivel internacional, el panorama también presenta incertidumbre. La decisión del expresidente estadounidense Donald Trump de reimponer un arancel del 50% a la carne brasileña podría redirigir ese excedente hacia otros destinos, como China, lo que eventualmente podría presionar a la baja los precios en ese mercado estratégico, afectando la competitividad de la carne argentina.

En conclusión, aunque las importaciones actuales no comprometen al sector ganadero argentino, sí marcan un cambio en la estrategia económica del país. La combinación de apertura comercial, inflación interna y tensiones globales configura un escenario nuevo que exige adaptación por parte de todos los actores de la cadena cárnica.

Fuente: medios/

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