El Mundial 2026, que se disputará en Estados Unidos, Canadá y México, sufrió una de sus primeras bajas de peso antes del inicio de la cuenta regresiva final. Takumi Minamino, capitán de la selección de Japón, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y quedó prácticamente descartado para disputar la próxima Copa del Mundo.

La lesión se produjo durante un partido oficial con el AS Mónaco, en el marco de la Copa de Francia. Tras los estudios médicos correspondientes, se confirmó la gravedad del cuadro, con un tiempo estimado de recuperación que oscila entre seis y nueve meses, lo que complica seriamente sus posibilidades de llegar en condiciones al máximo evento del fútbol internacional.

Una ausencia que pesa dentro y fuera de la cancha

A sus 30 años, Minamino era una de las grandes referencias futbolísticas y anímicas del seleccionado japonés. Su liderazgo fue clave en las Eliminatorias, donde Japón logró una clasificación anticipada al Mundial, con actuaciones determinantes del capitán.

Los números respaldan su importancia: más de 70 partidos internacionales y más de 25 goles con la camiseta japonesa, además de una extensa trayectoria en el fútbol europeo de primer nivel. Su baja representa un golpe significativo para el proyecto deportivo del seleccionado asiático.

Japón deberá rearmarse rumbo a la Copa del Mundo

La ausencia de su capitán obliga al cuerpo técnico japonés a replantear el esquema ofensivo y el liderazgo dentro del plantel de cara al Mundial 2026. Sin su principal figura, Japón afrontará el torneo con un desafío adicional.

El seleccionado asiático integra el Grupo F de la Copa del Mundo, donde debutará frente a los Países Bajos. Además, compartirá zona con Túnez y con un equipo proveniente del repechaje europeo. La posible ausencia de Minamino cambia de manera sustancial el panorama del equipo japonés en la cita mundialista.