13 de junio de 2025

Histórico fallo: Cristina Fernández, condenada por corrupción

En una jornada de alto voltaje político y judicial, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó este martes la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de la causa Vialidad.

El fallo, que había sido dictado en noviembre pasado por la Sala IV de la Cámara de Casación Penal, investigó la defraudación al Estado mediante la asignación irregular de contratos de obra pública durante sus mandatos. La sentencia incluye también el decomiso de unos 84.000 millones de pesos.

Con esta decisión, que fue adoptada por unanimidad por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, queda firme la condena y se convierte a Fernández de Kirchner en la segunda ex mandataria condenada por corrupción desde el retorno de la democracia en 1983, junto con Carlos Menem.

El Tribunal Oral Federal N.º 2 deberá ahora definir el modo de cumplimiento de la pena. Dado que la ex presidenta tiene más de 70 años, es probable que se le conceda el beneficio del arresto domiciliario. Además, quedará impedida de postularse en las próximas elecciones legislativas, donde se especulaba con su candidatura para una banca provincial.

La Corte desestimó los recursos presentados por las defensas de los nueve condenados, entre ellos Lázaro Báez y José López, así como también la apelación del fiscal Mario Villar. El máximo tribunal utilizó el artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial para fundamentar el rechazo, dada la relevancia institucional del caso.

En su fallo, la Corte resolvió: “Confirmar la sentencia dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N.º 2, en cuanto condena a Cristina Elizabet Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, como coautora penalmente responsable del delito de administración fraudulenta agravada en perjuicio de la administración pública”.

Este pronunciamiento marca un antes y un después en la política argentina y deja a la ex presidenta fuera del escenario electoral, al menos por ahora, en un contexto de gran tensión institucional.