10 de mayo de 2025

Economía dual: aumentan las operaciones en pesos y dólares tras la liberación cambiaria

Tras el fin del cepo, se acelera el uso transaccional de pesos y dólares en el sistema financiero

Desde mediados de abril, el sistema financiero argentino comenzó a mostrar señales concretas de reactivación en el uso de dinero transaccional, tanto en pesos como en dólares. El cambio de escenario llegó tras la eliminación del cepo cambiario por parte del Gobierno y la implementación de un régimen de flotación con banda ancha, sin intervención directa entre los precios de compra y venta.

En este nuevo contexto, se observa un fuerte repunte en los depósitos a la vista, tanto en moneda local como extranjera, lo que refleja una mayor demanda del dinero para transacciones cotidianas. Este fenómeno coincide con un crecimiento en los depósitos en dólares, un aumento en el patentamiento de vehículos y una aceleración en la liquidación de divisas por parte del sector agroexportador, todos indicadores de una mejora en las expectativas económicas.

Luego de más de 40 días marcados por la incertidumbre financiera —condicionada por las negociaciones del Ejecutivo con el FMI y sus consecuencias sobre la política cambiaria—, el clima de negocios dio un giro significativo, superando incluso las previsiones más optimistas del consenso de analistas privados.

El mayor dinamismo se percibe en la demanda de pesos para uso transaccional por parte del sector privado. Los depósitos en cuentas corrientes aumentaron su participación en el sistema financiero del 20,5% al 21,2%, mientras que las cajas de ahorro lo hicieron de forma aún más marcada, del 26,9% al 31%. En conjunto, ambos instrumentos absorbieron un 4,8% del total que hasta entonces estaba mayormente concentrado en depósitos a plazo fijo tradicionales, cuya participación se redujo del 50,5% al 45,7%. Los depósitos ajustados por inflación, en tanto, se mantuvieron estables en 0,6% del total.

La tendencia revela una reconfiguración del comportamiento financiero de los ahorristas y empresas, que, frente al nuevo esquema cambiario, privilegian la liquidez y una mayor disposición al movimiento de fondos en lugar de mantener posiciones en instrumentos a plazo.