La Municipalidad llevó adelante un operativo especial en una panificadora ubicada en el ingreso a la ciudad, sobre la Ruta 9 km 1592, en el marco de los controles ambientales y de habilitaciones comerciales.
El establecimiento fue clausurado por orden judicial al comprobarse que no contaba con el Certificado de Aptitud Ambiental Municipal (CAAM), requisito obligatorio establecido en la Ordenanza N° 12.745.
La empresa ya había sido advertida en abril pasado para regularizar su situación, pero no cumplió con lo solicitado y continuó funcionando sin la documentación correspondiente.
La clausura se concretó por orden del juez Dr. Cristian Abdenur, quien emitió un oficio a partir de un acta labrada meses atrás en la que la firma fue declarada en rebeldía.
Desde el municipio informaron que el levantamiento de la medida se producirá únicamente cuando la panificadora obtenga el CAAM.
El procedimiento se realizó de manera conjunta entre las áreas de Control Comercial, Inspecciones Ambientales y Patrulla Ambiental.
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