7 de mayo de 2025

Apple enfrenta un dilema: fabricar un iPhone en EE. UU. podría triplicar su precio

El alto costo de fabricar un iPhone en EE. UU.: entre aranceles, mano de obra y un futuro incierto

La intención de repatriar la producción de alta tecnología a Estados Unidos, uno de los ejes económicos del gobierno de Donald Trump, podría tener un costo difícil de asumir para empresas como Apple. Desde el 9 de abril, todos los productos provenientes de China ingresarán con un arancel del 54%, una medida que busca estimular la fabricación nacional pero que podría disparar los precios de dispositivos como el iPhone.

En este contexto, Apple —uno de los gigantes tecnológicos más emblemáticos— se enfrenta a un desafío mayúsculo: fabricar el iPhone en suelo estadounidense podría triplicar su precio final.

Según datos de TechInsights, ensamblar un iPhone 16 Pro de 256 GB cuesta hoy alrededor de 580 dólares, sumando componentes, pruebas y armado en China. Pero con los nuevos aranceles, ese costo ascendería a 850 dólares. A eso hay que sumar el impacto de la mano de obra en Estados Unidos, que sería mucho más cara: mientras que en China cuesta 30 dólares por unidad, en territorio norteamericano podría escalar hasta los 300 dólares.

Además del aumento en costos de ensamblaje, Apple enfrentaría una complicación adicional: muchos de los componentes de sus dispositivos también son importados. La fabricación nacional de cada pieza —pantallas, chips, módulos de almacenamiento— implicaría un gasto aún mayor, lo que haría prácticamente inviable competir con precios accesibles en el mercado local.

Ante este panorama, los analistas no descartan un encarecimiento considerable del iPhone en Estados Unidos, y hasta recomiendan a los consumidores conservar sus dispositivos actuales por más tiempo.

Mientras tanto, la compañía de Cupertino no ha realizado declaraciones públicas sobre sus próximos pasos. Sin embargo, informes del Wall Street Journal indican que ya comenzó a trasladar parte de su producción desde India hacia Estados Unidos, en un intento por mitigar el impacto de los aranceles. Aunque India también enfrenta gravámenes, estos son menores (26%), lo que convierte a ese país en una opción más viable frente al endurecimiento del comercio con China.

Aun así, el panorama sigue siendo incierto. La cadena de suministro global de Apple está profundamente arraigada en China y hacer un giro de semejante magnitud no es sencillo. Las decisiones del gobierno estadounidense ya generaron un fuerte sacudón: las acciones de Apple cayeron un 19% en solo tres días, marcando su peor registro en más de 20 años.

La disputa comercial no solo redefine el modelo de negocios de Apple, sino que también podría alterar por completo la relación entre precio y tecnología para millones de usuarios.