George Foreman: El campeón que perdió la corona, pero ganó la inmortalidad

George Foreman: El gigante que cayó en la jungla y se convirtió en leyenda

El legendario boxeador George Foreman falleció el pasado viernes a los 76 años. Dueño de una potencia demoledora y protagonista de algunos de los combates más icónicos de la historia, su legado trasciende el boxeo y permanece intacto en la memoria de los fanáticos.

El mundo del pugilismo nunca olvidará aquella noche del 30 de octubre de 1974 en Kinshasa, Zaire, cuando Foreman, el invencible campeón de los pesos pesados, cayó en la trampa de Muhammad Ali en la célebre pelea conocida como Rumble in the Jungle. Enfrentaba a un rival astuto, carismático y con un propósito que trascendía el ring. Foreman llegó con la confianza de haber destruido a Joe Frazier y Ken Norton, pero Ali, con su estrategia de apoyarse en las cuerdas y desgastar al coloso texano, lo derrotó en el octavo asalto, arrebatándole la corona mundial.

Aquella derrota marcó un antes y un después en la vida de Foreman. Pasó de ser un campeón imbatible a un hombre que atravesó una crisis espiritual y decidió alejarse del boxeo para convertirse en pastor. Sin embargo, su historia estaba lejos de terminar.

En 1987, con 38 años y tras una década fuera del ring, sorprendió al mundo anunciando su regreso. Nadie apostaba por él, pero poco a poco fue acallando las dudas con su pegada de siempre. En 1994, a los 45 años, logró una de las hazañas más impresionantes del deporte al recuperar el título mundial tras noquear a Michael Moorer. Se convirtió en el campeón más veterano de la historia y demostró que la resiliencia y la determinación podían desafiar cualquier pronóstico.

Más allá del boxeo, Foreman se reinventó como empresario y rostro televisivo, dejando atrás la imagen del feroz peleador para convertirse en un ícono amable y querido por el público. Su nombre quedará grabado en la historia como un símbolo de perseverancia, poder y redención.

Adiós, Big George, la leyenda sigue viva.