El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el envío de al menos cinco aviones de combate F-35 de la Marina a la antigua base militar Roosevelt Roads, hoy aeropuerto regional José Aponte de la Torre, en Ceiba, Puerto Rico. La reactivación de la instalación generó inquietud en la región, mientras aumentan las tensiones con Venezuela.

Los aviones llegaron este domingo, y medios locales también reportaron la presencia de un Boeing C-5 de las Fuerzas Armadas en la misma pista. Consultado por la prensa sobre una eventual ofensiva contra Caracas, Trump respondió: “Veremos qué pasa. Mira, Venezuela nos está enviando pandilleros, narcotraficantes y drogas. Es inaceptable”.

El mandatario añadió desde Nueva Jersey: “No nos gusta lo que Venezuela nos está mandando: ni sus drogas ni sus pandilleros. No nos gusta, no nos gusta nada”.

Escalada en el Caribe

Las declaraciones ocurren en el marco de un creciente enfrentamiento bilateral. Estados Unidos desplegó recientemente ocho buques militares y un submarino en aguas del Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Además, Washington anunció el derribo de una lancha rápida con once presuntos miembros del grupo criminal venezolano Tren de Aragua, versión rechazada por el gobierno de Nicolás Maduro.

Trump defendió la legalidad de las operaciones y sostuvo: “Lo que es ilegal es que 300 millones de personas murieran el año pasado por drogas”.

Respuesta de Venezuela

Desde Caracas, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, acusó a Washington de realizar vuelos de inteligencia y de preparar un “plan de amenaza militar e intervención” para desplazar a Maduro del poder.

El gobierno venezolano denunció además que un destructor estadounidense desplegó 18 efectivos armados que ocuparon una embarcación con nueve pescadores en la Zona Económica Exclusiva del país.

Ante este escenario, Caracas ordenó la movilización de buques, el alistamiento de millones de milicianos y un “refuerzo especial” en cinco regiones costeras, según informó TN.

Fuente: medios