La definición de la Leagues Cup entre Inter Miami y Seattle Sounders terminó envuelta en polémica, tras la contundente victoria de Seattle por 3 a 0. El encuentro, disputado el domingo por la noche, no solo quedó marcado por el resultado, sino también por los incidentes que se produjeron al finalizar el partido.
La tensión se desató tras el pitazo final, con empujones, discusiones y un episodio que generó indignación: un escupitajo protagonizado por Luis Suárez hacia un integrante del cuerpo técnico de Seattle Sounders. Las cámaras registraron la acción, que provocó repudio inmediato y un tumulto que obligó a la intervención de árbitros y asistentes. Mientras tanto, Lionel Messi observaba la situación, totalmente alejado del conflicto.
El clima también afectó a otros jugadores de Inter Miami. Baltasar Rodríguez agredió a un rival, Tomás Avilés terminó en el suelo tras un cruce con un futbolista de Seattle, y Marcelo Weigandt participó de los empujones, en un ambiente de descontrol total.
Antes de estos episodios, el partido ya había mostrado tensión en el campo. Rodrigo De Paul tuvo un fuerte cruce con Pedro De La Vega, jugador argentino de Seattle, lo que motivó la intervención de Lionel Messi. El árbitro tuvo que separar a los futbolistas para evitar que la situación escalara. De La Vega señaló luego que “el cruce fue por cuestiones del partido. Traté de enfocarme y no tomármelo a pecho. Enfrentarlos siendo argentino conlleva otra presión” y destacó el trabajo grupal de su equipo tras ganar la #LeaguesCup2025.
Tras el pitazo final, el técnico de Seattle Sounders, Brian Schmetzer, subrayó que el triunfo se debió al trabajo colectivo y la concentración de su equipo. Por su parte, Javier Mascherano, director técnico de Inter Miami, reconoció la superioridad reflejada en el marcador, aunque consideró que el desarrollo del partido fue más parejo de lo que indicó el contundente 3 a 0.
El torneo deja así un sabor agridulce: por un lado, la consagración de Seattle Sounders; por otro, un final empañado por incidentes que empañaron la celebración y pusieron en el centro de la escena a figuras como Luis Suárez, mientras Messi se mantuvo al margen.
Fuente: medios
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