27 de abril de 2025

Pastafrola casera de membrillo: el clásico argentino en su versión más simple

La pastafrola de membrillo es uno de esos clásicos que nunca pasan de moda. Con su masa crujiente y su relleno dulce y suave, se ha convertido en una de las recetas más queridas en la cocina argentina, pasando de generación en generación sin perder su encanto.

Hay sabores que evocan recuerdos y momentos especiales, y la pastafrola es uno de ellos. Su aroma al hornearse llena la casa de calidez, invitando a compartir un mate y una charla. Aunque muchos la compran en panaderías, hacerla en casa tiene un valor especial: es fácil de preparar y permite personalizarla según el gusto de cada uno. Algunos prefieren reemplazar el membrillo por dulce de batata, agregar un toque de coco o usar harina integral para una versión más liviana. Pero esta vez, nos enfocaremos en la receta clásica, esa que nunca falla.

Si querés que la superficie quede más dorada y brillante, podés pincelar las tiras de masa con yema de huevo antes de hornear. Para un relleno más suave, es recomendable calentar el membrillo con un chorrito de jugo de naranja, lo que le dará una textura más untuosa y un toque especial de sabor.

Ingredientes (para un molde de 25 cm)

Para la masa:

  • 250 g de manteca a temperatura ambiente
  • 180 g de azúcar impalpable
  • 5 yemas de huevo
  • Ralladura de ½ limón
  • 2 cucharaditas de esencia de vainilla
  • 400 g de harina 0000 o repostera
  • 100 g de almidón de maíz (maicena)
  • 16 g de polvo de hornear
  • 1 pizca de sal
  • 2 cucharadas de leche

Para el relleno:

  • 700 g de dulce de membrillo
  • 90 ml de agua

Paso a paso

  1. En un bowl grande, batir la manteca con el azúcar impalpable hasta obtener una mezcla cremosa.
  2. Agregar las yemas, la esencia de vainilla y la ralladura de limón. Integrar bien.
  3. Incorporar la harina tamizada junto con la maicena, el polvo de hornear y la sal. Añadir la leche y amasar hasta obtener una masa suave.
  4. Envolver en film y refrigerar durante 20 minutos.
  5. En una cacerola a fuego bajo, calentar el dulce de membrillo con el agua hasta que tome una consistencia más cremosa y fácil de esparcir.
  6. Separar 350 g de masa para hacer las tiras decorativas. Estirar el resto sobre papel manteca hasta alcanzar 0,5 cm de espesor.
  7. Enmantecar un molde de 25 cm de diámetro y cubrirlo con la masa. Si se rompe, se puede acomodar con las manos.
  8. Verter el dulce de membrillo tibio sobre la base y distribuirlo uniformemente.
  9. Con la masa reservada, formar tiras y colocarlas sobre el relleno en forma de enrejado.
  10. Hornear en un horno precalentado a 165°C durante 40 minutos, o hasta que la masa esté dorada.
  11. Dejar enfriar antes de desmoldar para que el relleno tome consistencia.

Con estos simples pasos, podés disfrutar de una pastafrola casera perfecta para acompañar el mate o compartir en cualquier momento del día.