6 de mayo de 2025

Fin del amor: Ángela Leiva se separó de Weigandt y lanzó una frase que duele

Ángela Leiva, sin vueltas tras su separación: “Me comí un cuento hermoso”

A casi dos meses de confirmar su separación con el futbolista Marcelo Weigandt, Ángela Leiva decidió hablar abiertamente del final de esa breve pero intensa relación que vivió entre fines de 2024 y marzo de este año. En una entrevista con Intrusos, la cantante se mostró honesta, dolida y enfocada en un nuevo renacer artístico.

“Estoy bien, feliz, contenta porque estoy sacando música, componiendo un montón”, dijo al inicio, dejando claro que su carrera hoy ocupa el centro de su vida. Sin embargo, cuando le preguntaron por el defensor del Inter Miami, no esquivó la respuesta: “Se terminó. Duró muy poco, pero fue intenso”.

Sobre los planes que habían hecho juntos —incluso con rumores de boda— fue contundente: “Sí, pero se terminó. ¿Qué querés que te diga?”. Más adelante, se sinceró: “Estuve muy triste. Aposté a esa relación porque sentí que era por ahí, que él era el indicado”. Pero reconoció que fue Weigandt quien puso fin al vínculo: “Una piensa que está proyectando algo y, de un día para el otro, te dicen ‘mejor no’. Fue una decisión unilateral”.

Negó rotundamente que hubiera una infidelidad de por medio: “No hace falta que haya infidelidades para que se termine una relación. A veces hay decisiones que una no toma y duelen igual”.

Y entonces soltó una de las frases más potentes de la entrevista:
“Me comí un cuento hermoso en el que yo era una reina enamorada a la que amaban y cuidaban, pero al final no pasó”. Aunque evitó hablar mal de su ex, dejó en claro lo que la afectó: “No lo culpo, pero son las formas, los tiempos, las decisiones… y la responsabilidad afectiva”.

Una nueva canción que dice más que mil palabras

En medio del revuelo, Leiva lanzó “Ya me olvidé”, una canción que muchos interpretan como un mensaje directo a su ex. El videoclip no deja mucho lugar a dudas: ella aparece vestida de novia, llorando en una iglesia y arrojando una alianza dentro de una copa de vino.

La letra no se guarda nada:

“Ya me olvidé de todo ese tiempo que no reaccioné,
no haberme valorado me llevó a caer,
sumisa en su maltrato, a solas con mi llanto,
hasta que llegó el día que me harté.”

Y remata con fuerza:

“No estando en tus brazos volví a ser quien soy,
auténtica y libre, de fuerza invencible,
mujer que no calla su voz,
y por fin me di cuenta: no eras el único, ni mucho menos el mejor”.

Cuando le preguntaron si la canción está dedicada a Weigandt, respondió con ironía:
“Al que le quepa el saco, que se lo ponga”.

Con el corazón dolido, pero la voz firme, Ángela Leiva demuestra una vez más que del dolor también puede nacer la fuerza.