Maduro celebra victoria electoral en medio de baja participación y denuncias de irregularidades
En un clima de baja participación ciudadana y fuertes denuncias de irregularidades, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, celebró lo que calificó como una «victoria contundente» del chavismo en las recientes elecciones regionales y parlamentarias. Según los resultados oficiales anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados lograron imponerse en 23 de las 24 gobernaciones en disputa y aseguraron una mayoría calificada en la Asamblea Nacional.
«El chavismo está más vigente y más fuerte que nunca», afirmó Maduro, quien destacó la victoria como un respaldo del pueblo venezolano frente a lo que calificó como «el asedio internacional».
El vicepresidente del CNE, Carlos Quintero, informó que los resultados son «irreversibles», con el 93% de los datos transmitidos y una participación del 42,63% de los votantes registrados. La coalición oficialista del Gran Polo Patriótico (GPP) obtuvo el 82,68% de los votos en la lista nacional, mientras que la principal alianza opositora, la Alianza Democrática, alcanzó apenas el 6,25%.
La oposición solo logró retener la gobernación del estado Cojedes, donde fue reelecto José Galíndez. En contraste, el PSUV se adjudicó triunfos con márgenes abrumadores en estados como Apure (96,19%) y Monagas (94,55%).
Denuncias de la oposición y organismos internacionales
Pese al relato oficial de una jornada «pacífica y democrática», organizaciones de derechos humanos, observadores internacionales y sectores de la oposición reportaron una serie de irregularidades. Entre ellas se mencionaron puntos de control partidarios cerca de los centros de votación, presiones a empleados públicos para asistir a las urnas, inhabilitaciones de candidatos opositores, y problemas técnicos como cortes de luz y demoras en la apertura de mesas.
Desde la Plataforma Unitaria, principal coalición opositora, se calificó el proceso como «fraudulento» y se solicitó a la comunidad internacional que no reconozca los resultados hasta que se investiguen las denuncias.
Algunos observadores internacionales expresaron su preocupación por el ambiente restrictivo y la falta de garantías para una competencia electoral justa, mientras que la comunidad internacional mantiene bajo análisis el desarrollo de los comicios y sus consecuencias políticas.
El resultado electoral, que otorga al chavismo un control casi absoluto de las gobernaciones y del Parlamento, refuerza el poder de Maduro, pero también profundiza las divisiones internas y las tensiones con la oposición, en un país marcado por una crisis social, política y económica de larga data.