“Tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida”, escribió Lewis Hamilton en un posteo que conmovió a millones de fanáticos alrededor del mundo. El piloto de Ferrari comunicó en sus redes sociales la muerte de Roscoe, el bulldog inglés que lo acompañó durante 12 años y que se convirtió en una de las mascotas más queridas de la Fórmula 1.

Roscoe no solo fue parte de la intimidad del heptacampeón, sino también una figura habitual en el paddock. Con su andar pausado y su carisma, fue testigo de los mejores momentos de Hamilton en la categoría y un huésped especial en cada circuito.

“Después de cuatro días de soporte vital, luchando con la poca fuerza que tenía, tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida y despedirme de Roscoe. Nunca dejó de luchar, hasta el final. Me siento tan agradecido y honrado de haber compartido mi vida con un alma tan hermosa, un ángel y un verdadero amigo», expresó el británico conmovido.

En su mensaje, Hamilton destacó la profundidad del vínculo que lo unía a su perro: “Traer a Roscoe a mi vida fue la mejor decisión que he tomado, y siempre apreciaré los recuerdos que hemos creado juntos. Aunque fue tan difícil, tenerlo fue una de las partes más hermosas de la vida: amar tan profundamente y ser amado a cambio”.

El piloto también agradeció a todos los fanáticos por el cariño hacia su mascota: “Gracias por el amor y el apoyo que le mostraron a Roscoe a lo largo de los años. Ha sido muy especial presenciarlo y sentirlo. Murió el domingo por la tarde, en mis brazos”.

La última aparición pública de Roscoe fue en el Gran Premio de Gran Bretaña, en Silverstone, el pasado mes de julio. El bulldog incluso contaba con su propia cuenta de Instagram, donde acumulaba más de un millón de seguidores y se ganó la simpatía de pilotos como Alex Albon y Pierre Gasly.

Con su partida, Hamilton pierde a un compañero inseparable que, más allá de los títulos y los podios, lo acompañó en la faceta más humana de su vida.