Una impresionante avalancha destruyó este miércoles al pequeño pueblo de Blatten, ubicado en el cantón de Valais, al suroeste de Suiza. El desastre fue provocado por el colapso del glaciar Birch, que desencadenó un alud masivo de hielo, barro y piedras que arrasó con gran parte del valle donde se asienta la comunidad.
Días antes, las autoridades habían evacuado a los aproximadamente 300 habitantes del pueblo tras detectar signos de riesgo por el desprendimiento de una parte de la cima de un pico sobre el valle. A pesar de la evacuación preventiva, una persona permanece desaparecida, según confirmó Matthias Ebener, portavoz local.
La avalancha fue de tal magnitud y velocidad que el material deslizado cruzó incluso hasta la montaña opuesta al valle, dejando una densa capa de barro y escombros que cubrió casas, el río y las laderas boscosas de la zona, como mostraron imágenes difundidas por la cadena nacional suiza SRF.
Jonas Jeitziner, encargado adjunto de información del servicio regional de gestión de urgencias, detalló que muchas viviendas quedaron destruidas por el impacto del alud. Por su parte, Raphaël Mayoraz, responsable cantonal de riesgos naturales, calificó el fenómeno como “excepcional”, estimando que cerca de tres millones de metros cúbicos de roca cayeron de un solo golpe, arrasando con todo a su paso.
La presidenta de Suiza, Karin Keller-Sutter, manifestó su solidaridad con los afectados y destacó la gravedad del evento. Los servicios de emergencia mantienen el cierre de la ruta principal que conecta con el valle y alertan a la población para que permanezca alejada de la zona por el peligro latente.