El narcotraficante Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como Pequeño J, de 20 años, fue detenido en Perú la noche del martes. Está acusado de haber ordenado el triple femicidio narco de Brenda, Morena y Lara, las tres jóvenes halladas descuartizadas en Florencio Varela.

La detención se logró gracias a la delación de su novia y a una trampa policial montada por la fuerza antidrogas de Perú. Según detalló el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, el operativo comenzó con el seguimiento del prófugo tras obtener información de su ubicación y el celular que utilizaba.

“Obtuvimos el teléfono que estaba usando y lo pusimos en escucha directa. Así empezamos a tener su ubicación a través de las antenas y tomamos conocimiento que estaba saliendo del país”, explicó Alonso. Paralelamente, se incautaron documentos, un arma, municiones y ropa en el departamento que Pequeño J alquilaba en un complejo vinculado a la familia de su pareja.

El operativo también involucró a Matías Ozorio, mano derecha del narco, que contaba con pedido de captura internacional y fue detenido en Perú tras coordinar un encuentro con Pequeño J. Desde allí, los agentes pudieron interceptar las comunicaciones que permitieron cerrar la trampa y concretar la detención.

Alonso destacó que, además de la colaboración de la novia, el testimonio de otras personas fue clave: “El crimen fue tan violento que el resto de las organizaciones que lo conocían decidieron entregarlo”. El ministro subrayó la brutalidad del hecho y explicó que generó un quiebre dentro del ambiente narco.

Ahora, Pequeño J deberá responder ante la Justicia por el triple femicidio que conmocionó a Florencio Varela.