Mantener una computadora en buen estado por una década no solo es posible, sino que depende de adoptar rutinas simples de mantenimiento y elegir componentes de calidad desde el inicio. Con buenos hábitos de uso, limpieza y actualización, un equipo puede superar ampliamente su vida útil promedio sin perder rendimiento.

Invertir bien desde el principio

El primer paso para lograrlo comienza en el momento de la compra. Los especialistas recomiendan optar por componentes de marcas reconocidas, especialmente en piezas críticas como la placa madre y la fuente de alimentación (PSU). Una mala elección en estos elementos puede generar fallas graves e incluso dañar todo el sistema.

También influye la elección de un procesador potente, una buena cantidad de memoria RAM, discos de almacenamiento confiables (como SSD de calidad) y un sistema de refrigeración eficiente. Con estos cuidados, una PC puede mantenerse vigente por años, incluso cuando las exigencias tecnológicas cambien.

Mantenimiento periódico: la clave de la longevidad

Ningún equipo sobrevive al paso del tiempo sin mantenimiento. Para alcanzar los 10 años de funcionamiento, la limpieza interna debe realizarse al menos cada seis meses, eliminando el polvo y las pelusas que bloquean los ventiladores y elevan la temperatura.

Asimismo, es recomendable cambiar la pasta térmica del procesador cada uno o dos años para evitar el sobrecalentamiento, un enemigo silencioso que reduce la vida útil de los componentes.

Otro aspecto esencial es la protección contra virus y malware. Utilizar herramientas seguras como Windows Defender o antivirus reconocidos ayuda a prevenir daños en el sistema y mantener el rendimiento estable.

Hábitos que marcan la diferencia

Actualizar el sistema operativo y los controladores (drivers) mejora la seguridad y la compatibilidad del equipo. También se aconseja realizar una limpieza digital de manera periódica: eliminar archivos temporales, desinstalar programas innecesarios y mantener los discos con suficiente espacio libre.

En el caso de las notebooks, cuidar la batería es fundamental. No conviene mantenerla siempre cargada al 100%, y se recomienda apagar el equipo por completo si no se usará por varias horas. Además, evitá transportarla encendida o en modo suspensión, ya que puede sobrecalentarse dentro de mochilas o fundas.

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Con estas rutinas simples, una computadora puede mantener un rendimiento confiable y estable durante más de una década, evitando gastos innecesarios en reemplazos prematuros y garantizando un uso más sustentable y eficiente.