La fiebre mundial por el pistacho no solo revolucionó la gastronomía, sino que también abrió una ventana estratégica para el desarrollo agroindustrial. El fuerte aumento en la demanda global y la viralización del producto en redes sociales impulsó la aparición de nuevos alimentos, chocolates, golosinas y postres en todo el país, mientras que distintas empresas comenzaron a ver en este fenómeno una oportunidad de inversión a largo plazo.

En los últimos meses, el pistacho se convirtió en protagonista en heladerías, chocolaterías y panaderías, especialmente con la popularización del chocolate Dubái, el alfajor Dubai, bombones, trufas y nuevas variedades de alfajores.

Demanda global en alza y brecha productiva

Un informe de AgroFides reveló que el consumo mundial de pistachos crece de manera sostenida, impulsado por nuevos mercados en Asia, Europa y América Latina. Sin embargo, la producción sigue concentrada en pocos países —principalmente Estados Unidos, Irán y Turquía— que enfrentan restricciones de agua, límites de superficie cultivable y desafíos climáticos.

De acuerdo con proyecciones del USDA, el International Nut Council y la FAO, hacia 2040 se espera una brecha estructural superior a las 250.000 toneladas entre la oferta y la demanda mundial de pistacho.

Esa diferencia abre una oportunidad inédita para los países del hemisferio sur, en particular la Argentina, que puede abastecer al mercado global en contraestación, justamente cuando el hemisferio norte no produce.

Argentina, camino a convertirse en un nuevo polo pistachero

El país cuenta con condiciones agroclimáticas óptimas para el cultivo del pistacho. Las zonas semiáridas de San Juan, Mendoza y La Rioja poseen suelos fértiles, alta radiación solar y una humedad relativa baja, factores que permiten obtener un fruto de excelente calidad.

Según datos del INTA, en los últimos cinco años la superficie destinada al pistacho creció más de 500% en la zona núcleo (sur de San Juan y norte de Mendoza), consolidándose como una de las regiones con mayor potencial del hemisferio sur.

El Censo Nacional Agropecuario 2018 indica que San Juan concentra alrededor del 90% de la producción nacional, con unas 6.500 hectáreas cultivadas. Le siguen Mendoza (770 ha), La Rioja (100 ha) y La Pampa (55 ha). El cultivo ya comenzó a expandirse hacia otras provincias como Catamarca, San Luis, Neuquén y Río Negro.

Un nuevo proyecto para atraer inversiones: La Memita – Fase II

A partir de este escenario, AgroFides presentó un ambicioso proyecto en San Juan llamado La Memita – Fase II, que incorpora 100 nuevas hectáreas productivas con un modelo altamente profesionalizado. La iniciativa busca atraer inversores interesados en ingresar al negocio del pistacho con una administración integral.

Cada unidad productiva incluye:

• Riego por goteo con reservorio y perforaciones
• Derechos de agua y conexión a energía de red y solar
• Infraestructura operativa completa (galpón, vivienda, maquinaria y herramientas)
• Plantación a 6×4 con aproximadamente 41.600 plantas
• Gestión integral de AgroFides, desde la plantación hasta la venta

El esquema de inversión permite participar desde una hectárea con los siguientes montos:

• Aporte inicial: USD 30.000
• Aportes anuales por 7 años: USD 6.000
• Inversión total por hectárea: USD 72.000
• Horizonte: 7 años
• Retorno estimado: 14% a 20% anual en dólares

El instrumento utilizado es un fideicomiso, que otorga participación directa en los activos productivos: tierra, árboles, infraestructura y la producción futura.

Un cultivo en auge y una oportunidad única

Con demanda creciente, oferta global limitada y condiciones naturales favorables, la Argentina se posiciona como un actor clave para cubrir la brecha productiva de los próximos años. El boom gastronómico del pistacho es solo el comienzo de un negocio que promete expandirse con fuerza y atraer inversiones de alto rendimiento.