Mientras aguarda por la reunión entre Claudio Úbeda y Juan Román Riquelme, en Boca ya se definió una postura clave de cara a la temporada 2026: no se desarmará la estructura de las divisiones inferiores y, en caso de que se incorpore un nuevo integrante al cuerpo técnico de Primera, deberá ser alguien externo al club.

Aunque el encuentro formal entre el entrenador y el presidente todavía no se realizó, en el Xeneize dan por hecho que el Sifón continuará al frente del equipo en 2026, salvo que ocurra algún imprevisto. De no mediar sorpresas, Úbeda estará a cargo de la pretemporada a partir del 2 de enero, cuando el plantel retome los entrenamientos.

Tras el fallecimiento de Miguel Ángel Russo, Úbeda quedó como cabeza del cuerpo técnico, acompañado por Juvenal Rodríguez como ayudante. La intención inicial de la dirigencia era sumar una persona más para cubrir el lugar vacante, y en un primer momento se barajaron nombres del propio club, como Pablo Ledesma, actualmente en inferiores, y Leandro Gracián, quien viene de trabajar en Deportivo Madryn.

Sin embargo, con el correr de los días esa posibilidad fue descartada. Desde Boca se resolvió que, si se incorpora un nuevo asistente, no será alguien que forme parte de la estructura de inferiores, con el objetivo de preservar el trabajo que se viene realizando en esa área y evitar modificaciones internas.

La decisión final sobre si habrá o no una nueva incorporación quedará en manos de Úbeda, quien aún evalúa si sumará un segundo ayudante o si continuará únicamente con Juvenal Rodríguez, una alternativa poco habitual en cuerpos técnicos de Primera División, que suelen contar con al menos dos asistentes.

En los próximos días podría haber novedades, especialmente antes del regreso del plantel a los entrenamientos en Boca Predio, donde el Xeneize comenzará la puesta a punto para una temporada exigente que tendrá como principal objetivo la Copa Libertadores 2026.