10 de mayo de 2025

Crece en Salta el uso de patentes de papel en vehículos

El problema con las patentes de vehículos no es nuevo, pero se agravó desde 2024. En Salta, como en otras partes del país, cada vez son más los autos y motos que circulan con chapas de papel, una solución provisoria que se ha vuelto crónica. El gremio ATE apunta contra el gobierno nacional por intentar “privatizar” el área responsable de su fabricación.

Faltan patentes y sobran dilemas: el fenómeno que también golpea a Salta

La falta de patentes afecta especialmente a quienes compraron vehículos cero kilómetro. En estos casos, se entrega un papel con un código rojo para el parabrisas y el vidrio trasero, en el caso de los autos, y un permiso especial de circulación para motos. Sin embargo, este sistema provisorio ha sido aprovechado por algunas personas para circular sin identificación clara, lo que genera preocupación por posibles infracciones o delitos.

Según el diario Perfil, uno de los factores principales es la intervención de la Casa de la Moneda, entidad que históricamente fabricaba las patentes, y el cierre de registros automotores encargados de su distribución. Frente a los retrasos, el gobierno de Javier Milei extendió hasta 180 días la validez de las identificaciones provisorias.

Carolina Brizuela, trabajadora de la Casa de la Moneda y miembro de ATE, denunció en diálogo con Radio Con Vos que la situación se ve agravada por la falta de insumos. “No me extrañaría que estén reteniendo las patentes para culpar a nuestro organismo y justificar una privatización”, advirtió. Según Brizuela, ya ocurrió algo similar con productos como billetes, pasaportes y estampillas fiscales.

Mientras tanto, el Gobierno intenta acelerar la producción y encontrar nuevos proveedores. Durante el verano, incluso se registraron casos de ciudadanos que no pudieron salir del país con sus vehículos nuevos, por no contar con la patente definitiva. Esto obligó a la Nación a negociar acuerdos con países limítrofes para permitir el paso temporal de estos vehículos.

La situación, lejos de resolverse, suma malestar y preocupación, en una trama que mezcla burocracia, intereses políticos y consecuencias concretas para miles de argentinos.